Seamos honestos, tú y yo somos tan intensos que esa misma intensidad no nos deja poner un punto final cordial. Nos hemos despedido ya un par de veces y siempre, siempre terminamos muy mal.
Ven, siéntate conmigo y vamos a platicar.
Sé muy bien que en una historia siempre hay dos versiones y la nuestra no es la excepción. Tú te fuiste con la idea de que fui yo y yo me quedo con la idea de que fuiste tú. El punto es que hoy no quiero echar más culpas, realmente sé que los dos fallamos y una vez más no supimos defender nuestro amor. No quiero más reclamos, ni reproches, hoy sólo quiero cont